IV DOMINGO DE PASCUA - EL BUEN PASTOR

El Buen Pastor - Navarro Arteaga
Santuario del Rocio , 2011


La Hoja de mi Parroquia 356
Parroquia Ntra. Sra. de los Ángeles

El Evangelio (Jn 10,11-18):

En aquel tiempo, Jesús habló así: «Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.

»También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor. Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre».



El Buen Pastor - Murillo
Museo del Prado, 1660



Mis ovejas oyen mi voz y me siguen

Jesús ejercía sobre sus oyentes y seguidores un poder extraordinario. Nadie quedaba indiferente ante su persona y su palabra. Era imposible quedar insensible ante la autoridad que ejercía sobre los corazones. Todos se dejaban conquistar por él.

La respuesta era el “seguimiento”. Le seguía porque les hablaba al corazón. Le escuchaban porque nadie hablaba como él hablaba. Su mensaje era creíble.

Había en Jesús una fuente de amor tan viva y un ardiente que no dejaba de “brotar” nunca para llegar a todos los seres y a todas las cosas.

A veces creemos que somos demasiado humanos, tiernos, amables, afectuosos para ser religiosos de verdad. Y lo que ocurre es que no sabemos amar como Él amó.

Jesús se fijaba en todo: se interesaba por los seres más humildes, por aquella mujer que entregaba en el templo a sus humildes, por aquella mujer que entregaba en el templo sus cuatro perrillas, por la gente que pasaba desapercibida ante los demás, por los mendigos y minusválidos que pedían limosna…

Y sobre todo, su amor y confianza hacían brotar en los seres humanos, de los que nadie era capaz de esperar nada, fuentes deslumbradoras de fe y generosidad.

Este es el Buen Pastor. A este es al Pastor que siguen sus ovejas. Este es el modelo de Pastor que el mundo de hoy necesita. El Pastor entregado, generoso, sacrificado por sus ovejas. El mundo de hoy necesita pastores que den la vida por aquellas personas que están a su cuidado.


Un NO rotundo a aquellos que se aprovechan de sus ovejas en vez de dar la vida por ellas. Pastores son todos aquellos que están al frente de un grupo de personas a las que tiene que servir y proteger: padres, sacerdotes, gobernantes, maestros…

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