COMENZAMOS LA CUARESMA.



La Cuaresma es un entrenamiento espiritual.
Es una llamada seria a la conversión del corazón.
Nos recuerda que la conversión es una tarea continúa.


La conversión es tarea fundamental del cristiano.
La Ceniza del miércoles pasado nos recuerda que somos débiles
y olvidamos fácilmente nuestros buenos deseos de progresar en la vivencia de nuestra fe.


Por eso, es preciso recuperar las mejores convicciones
Y nuestros compromisos de creyentes:
austeridad frente a un consumismo irresponsable,
pensar bien del prójimo frente a hablar mal de ellos,
no creernos los mejores
y considerar que los malos son los otros,

¿Qué podemos hacer?
Convertirnos un poco más a Cristo y creer que su Evangelio es el mejor libro
que podemos utilizar los cristianos para conocer, amar y seguir a Jesucristo.

Pero no hay seguimiento de Jesús sin cruz.
NO ses posible ser cristianos sin negarse a sí mismo.

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