COMIENZA EL ADVIENTO.

Comienza el Año Litúrgico cristiano. No coincide con el inicio del año civil y esto le da su peculiaridad porque se trata de un tiempo litúrgico: tiempo vivido bajo la mirada de Dios y con la densidad y el contenido que la Iglesia le da de modo significativo. El Adviento inicia así una nueva oportunidad para adentrarnos en Misterio Pascual de Cristo, el Misterio de su persona. Y lo hacemos con estas peculiaridades:

• en la primera parte del Adviento (hasta el día 16 de diciembre), la liturgia nos habla del «final de los tiempos», (a veces escucharemos expresiones difíciles de entender) y se trata de caer en la cuenta de que el Señor viene, está viniendo a nuestra historia;

• en la segunda parte (a partir del día 16 y hasta la Misa de Nochebuena) se acentúa la llegada del Señor muy pronto: se va a hacer carne en la Virgen María y asumirá así nuestro tiempo y nuestra historia. 

Deberíamos estar atentos a estos aspectos para no vivir de modo anticipado la Navidad aunque socialmente y mediante la propaganda la Navidad se adelanta mucho. Pero los cristianos tenemos aquí un reto para vivir cada día con su afán y no dejarnos llevar por lo que socialmente tantas veces se ofrece.

Con Vosotros - 02/02/2012

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