III PREGÓN DE LA JUVENTUD COFRADE

En la tarde del pasado domingo, se celebro el III Pregón de la Juventud organizado por la Hermandad del Santísimo Cristo de la Piedad, la protagonista de dicho pregón fue Sonia Sanchez -Molero Perez, la cual dedico parte del mismo a hablar de nuestra Hermandad. Para todos aquellos que no tuvisteis la oportunidad de asistir os lo reproducimos desde aquí.

JUVENTUD ENTRE SALUD CAUTIVA
De nuevo, volví a caminar con aquel niño inquieto. Nos encontramos en el corazón de la ciudad, dónde nuestro Rey Sabio reina y es testigo de la vida de nuestra ciudad durante todo el año. Testigo también de la Luz, cómo decía el Evangelio de San Juan, que cada primavera cruza entre una neblina de incienso a los sones de trompeta y tambor.
Porque si de juventud hablamos, es imprescindible hablar de la más joven de nuestras hermandades. Juventud del Prendimiento, ejemplo de saber hacer, de trabajo callado, de entrega y dedicación. Y San Juan, presente en el misterio de Jesús Cautivo, es testigo cada día de la Luz que desde sus comienzos, irradia esta hermandad.
Creo que San Juan se encontraba también aquella tarde en el corazón de la ciudad. Me pareció verle, en un ambiente que a él le resultaba familiar, entre un numeroso grupo de jóvenes que repartían solidaridad en forma de dulce roscón. El misterio del nacimiento de Dios se vuelve a hacer presente en el Pregón, haciendo de las vísperas de las vísperas un nuevo tiempo de Esperanza.
Anteriormente os describía lo que era para mí la palabra HERMANDAD o la palabra COFRADE. Tras este año, puedo decir que también descubrí el verdadero sentido de la Navidad gracias a la cofradía que ahora nos ocupa.
Hace poco más de un año por fin le poníamos cara a la Virgen de la Salud, pasando a estar nada más llegar entre las más bellas de nuestras titulares marianas. Pero la Salud que da nombre a esta hermosa efigie mariana va mucho más allá de una advocación.
David, un joven costalero de Jesús Cautivo, al llegar a nuestra ciudad la bella dolorosa, decía que la Salud, junto a la Esperanza eran las más importantes advocaciones que podía tener una imagen. Precisamente por eso, cuando la enfermedad le sorprendió sin esperarlo, él y todos nos aferramos fuertemente a Ella, a la que llegó a acompañar a su hijo y hacerle sentir menos Cautivo.
Paradojas del destino, la Virgen de la Salud tenía ahora otro Cautivo al que velar, al que dar fuerzas en la debilidad y aliviar su dolor cuando Él la mirara a los ojos. Fueron unos meses duros, en los que era difícil encontrar respuestas y llenos de “¿por qués?” Pero David hizo gala de su humildad, se encomendó a Ella, y sólo unos meses después, cuando el Niño Dios se hacía presente en un pesebre, era él quien repartía “Sonrisas de Salud” en un hospital a pequeños y mayores que, cómo él, se sentían cautivos de la enfermedad en esos momentos y tenían la Esperanza de la Salud.
Los pequeños detalles, la solidaridad, la humanidad o la buena disposición es lo que hacen a la más joven de nuestras hermandades cómo una de las más grandes, especialmente, en patrimonio humano.
Además de todo esto, cabe destacar que la última en llegar, fue la primera en poner en la calle a un cuerpo de acólitos completo, ante Jesús Cautivo, y que este grupo dentro del seno de la hermandad y que está lleno de jóvenes, sirven durante todo el año a sus titulares en cultos y funciones.
Jesús Cautivo que hace 13 años le dio una nueva vida a ese barrio en el que los ángeles se hacen presentes cada día, ya no pasa los días solo, y aunque espera ser testigo de la Fe de ese barrio humilde en un lugar mejor, ahora nos brinda una estampa única, junto a su Madre, hermosura y gracia esculpida por los propios ángeles, ejemplo fiel del buen gusto y clasicismo, siendo el orgullo de sus gentes, dotando al Domingo de Ramos de una magia especial, y escribiendo páginas de la historia con apenas una década de vida. El mejor ejemplo de lo que es capaz de conseguir la juventud, sin duda alguna.

Trece años han pasado
Y la historia escrita está
Juventud que ha logrado
Construir esta Hermandad.
Trece años de vivencias
De valiente caminar
De logros y nuevas metas
Y ejemplo de humanidad.
Y en apenas una década
Referente en nuestra ciudad
Entre ángeles que conversan
En un barrio de humildad.
Juventud que es sinónimo
Del buen hacer de verdad
Jóvenes que son patrimonio
Tesoros de nuestra ciudad.
Y entre espadas y olivos
Un Cautivo se abre paso
No fue Judas compasivo
Cuando decidió entregarlo.
Mirando sereno al frente
Llega en Domingo de Ramos
No puede caber más gente
En la Plaza ni en el barrio.
Los acólitos anuncian ya
Que ya llega el Esperado
Entre apóstoles de bondad
Y traición de algún hermano
Que a los pies del olivo
Se esconde avergonzado.
Mientras, su Madre le aguarda

En aquel humilde barrio
Con la fe y la Esperanza
De no verle maniatado
Y otro Domingo de Ramos
Prendido se paseó
Cautivo entre soldados
¡Siendo Él Redentor!

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