NI TANTO NI TAN CALVO


Lo he pensado muchas veces, pero nunca lo puse por escrito: hoy día, es muy difícil aprender sobre el mundo de las hermandades, más aún, si nuestros maestros no nos enseñan con objetividad.

Ya se suceden las tertulias típicas de la época, en ellas se habla de los cambios de itinerarios, del mundo del costalero, de los pregones, etc..... y en una de ellas donde se hablaba del fenómeno de los Carteles de las diferentes cofradías, pude ver la mirada atónica de un jovencito que contemplaba una visceral discusión sobre ellos.


Para unos, los menos, los carteles son muy buenos de maquetacion y fotografias, para otros los más, los ven inoportunos, desenfocados y sin sentido, en definitiva simplónes y de factura poco original etc…... Lo que no sabía el muchacho, es que los cofrades que hablaban, eran de cofradías rivales. Sólo un fotógrafo permanecía callado, y fue lo que más me sorprendió pues, como tal, algún interés inconfesable tendria que tener de aquella de tintes tan destructivos.

Luego está el extremo contrario, el de los cofrades que no se atreven a hacer ningún tipo de crítica, porque piensan que los temas cofrades son intocables, o porque creen en la infalibilidad de las Juntas de Gobierno, como si del Papa se tratara. Ni tanto, ni tan calvo, porque asi se nos muestra una falsa realidades del mundo cofrade.
Lo de la crítica constructiva se ha vuelto a poner de moda tras. Nadie duda a estas alturas de que si la crítica se hace con fundamento y documentación nunca es destructiva sino, por el contrario, estimulante para quien escucha, que tratará de corregir o informar de como hacen las cosas en su hermandad.
Y lo peor es, cuando al escuchante o espectador se le clavan las banderillas entrando por detrás y no de frente. Que siempre se consideren que algo esta mal hecho, si no lo han hecho sus hermandad, y claro esta, lo que tu hermandad lleva a cabo, lo hace siempre bien. En esto, algunos cofrades tienen el afan de patentar como algo suyo los diferentes actos, cultos o costumbres que en nuestra ciudad se suceden, y claro tampoco dicen que la mayoría de las patentes de autor las tienen aquellos que viven mas abajo de Despeñaperros.


De esto tendrá que aprender mucho en la escuela cofrade de la calle, ese chiquillo al que deseo suerte y paciencia durante lo que queda de Cuaresma..

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