En tu soledad, CAUTIVO


Son muchos los que te admiran esa tarde de Domingo de Ramos, rodeado de claveles y lirios, arropado por tus hermanos y atado de manos por una traición. Son muchos los que, a pesar de ver un barrio volcado en la salida y expectante en la entrada, no se imaginan la realidad de ese Cristo, la soledad en la que vives.

Soledad de una habitación contigua al altar, engalanada por tu hermandad, pensando, tal vez, que es tu capilla. Todo un año recluido en una habitacion, que no esta preparada para el fin con el que viniste de tierras cordobesas, rendirte culto. Soledad mayor aún, cuando tu madre, María Santísima de la Salud no esta junto a ti.

El próximo 5 de abril, cuando vea tu semblante, sera el mismo que del chaval al que dejan salir a la plazuela tras un largo castigo.

Que grande eres Cautivo y en que lugar tan chico te tienen.

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